El reto de este encargo ha sido resolver el extenso programa de 81 viviendas, locales comerciales y aparcamiento (122 plazas) en una parcela irregular con poco frente de fachada estableciendo como principios proyectuales la puesta en valor de los espacios comunes, la utilización de estrategias bioclimáticas y el máximo aprovechamiento de luz natural y vistas.
La optimización de las distribuciones interiores de las viviendas en pos de reducir los espacios de circulación innecesarios ha permitido crear un amplio jardín interior equipado con piscina que organiza las viviendas en dos bloques independientes y ofrece a los inquilinos la posibilidad de disfrutar de un ambiente tranquilo y “propio” en el centro de la ciudad.
Además, se han empleado patios interiores que proporcionan luz a las estancias de servicio (baños y cocinas) y dotan de ventilación cruzada a todas las viviendas.